En una charla con las improvisadoras apareció, "muchas veces estoy en una improvisación y de repente me doy cuenta: ahora si estoy adentro''. Entonces todas nos cuestionamos, ¿cuánto tiempo necesito para entrar a una impro?, ¿cuál es la llave que me hace estar adentro?, ¿es una decisión?, ¿cómo podría disminuir o manipular el tiempo que me lleva entrar?.
Nos confesamos lo que nos decíamos a nosotras mismas para entrar: ''estoy acá'', ''ya empecé'', ''voy'', pero de todas formas aceptamos que nos sucedía que una cosa es decidir empezar y otra realmente empezar. Compartimos entonces el interés de trabajar sobre los comienzos, los inicios, los unos.
Ah, yo creo que se puede decidir improvisar y hacerlo cuando uno quiera. Es necesario, por supuesto, conocer las reglas y manejar las herramientas. Lo que se "siente" desde mi punto de vista, no es que se está improvisando, sino que se está "pasando por algo" o "llegando a algo" o "tocando ese no se qué". Y eso sí a veces pasa y a veces no, aunque improvisemos tres veces a la semana de 21 a 22. ¿No?
ResponderEliminarSi estoy de acuerdo. Mi pregunta se orienta hacia como poder manipular esto de que tu decís de "a veces pasa y a veces no".
ResponderEliminarGracias por tu comentario!